Allí estaba yo una niña de 8 años despidiendo con lágrimas en los ojos a mis dos mejores amigos, Gemma y Harry. Ellos dos eran hermanos y desde que eramos unos bebes habíamos sido vecinos. Siempre íbamos juntos a todas partes y lo compartíamos todo. Ahora ellos se tenían que mudar con su madre a otra ciudad de Londres. Gemma y yo estábamos bastante unidas y prometimos escribirnos, y nos regalamos unas pulseras. Ella llevaría la mía y yo la suya. Harry y yo nos dimos un abrazo, lo quería demasiado y ahora se iba. Se montaron en el coche y se asomaron por la ventana mientras el coche arrancaba y ellos se alejaban.
**siete años después**
- Martaaaa! Martaaaa! despiertate ya que vamos a llegar tarde al instituto!! Que hoy es el ultimo día -grito Noelia mientras daba pequeños saltos a mi alrededor.
- Aiins, que no me apetece ir -dije remoloneando en la cama.
- Tiiiiiaaaa!
Noelia se había quedado esa noche a dormir en mi casa y desde primera hora de la mañana era muy activa. Ella era una de mis mejores amigas, desde que entre en el instituto nos habíamos llevado genial y compartíamos todo. Me desarropo y consiguió que me levantara. Nos ayudamos a elegir la ropa, nos peinamos y nos maquillamos un poco aunque a mi me gustaba mas ir natural. Bajamos a desayunar y mi padre nos había preparado el desayuno. Yo vivía sola con él porque mi madre murió cuando yo nací así que nunca pude conocerla. Vi que mi padre estaba de muy buen humor esta mañana.
- Hola chicas, Buenos días -dijo sonriente mientras nos ofrecía el desayuno.
- Buenos días -dijimos Noelia y yo a la vez.
- ¿Hoy tienes que ir a trabajar? -pregunté.
- Claro tesoro, como todas las mañanas -contestó.
Mi padre trabajaba en otra ciudad de Londres así que no venia hasta por la noche porque caía algo lejos.
- Amms, es que como estabas de tan buen humor.
- Si... veras con respecto a eso...
Mi padre se puso nervioso, se frotaba las manos y miraba al suelo. Se sentó a mi lado para que habláramos. Tenia un mal presentimiento.
- Esta noche he invitado a alguien a casa cielo, para cenar y que te conozca.
- No lo entiendo, ¿para que me conozca quien?
- Te lo quería haber contado antes pero, he conocido a una mujer, desde hace unos meses y...
No podía seguir escuchando mas, cogí mi mochila y salí corriendo de casa, Noelia que estaba desayunando corrió tras de mi. Varias manzanas mas abajo aligere el paso
y Noelia que venia corriendo consiguió darme alcance. No sabia cuando había empezado a llorar pero lo estaba haciendo. Unas lágrimas recorrían mis mejillas y sentía la rabia por dentro. No se muy bien porque, notaba como si mi padre estuviera traicionando a mi madre. Lo pensé mejor y había reaccionado estúpidamente porque él llevaba quince años solo y tenia derecho a rehacer su vida. Él no tuvo la culpa de que mi madre muriera. Y se que a veces echaba en falta a alguien a su lado.
Noelia se puso a mi lado y después me dio un abrazo, se lo agradecí porque en esos momentos me hacia falta.
- Noelia, he reaccionado fatal. He echo daño a mi padre, el tiene todo el derecho del mundo. -dije sollozando.
- Calmate Marta, el sabe que tu no querías reaccionar así. Cuando llegue esta noche a casa se encontrara la sorpresa de que vas a estar allí vestida con un precioso vestido y una sonrisa de oreja a oreja para conocer a la mujer de la que habla.
Sonreí Noelia siempre me daba buenos consejos, y este seria uno de los que seguiría. Por la noche prepararía la mesa para conocer a la mujer que había conseguido enamorar
a mi padre e intentaría ser amable y conocerla. Nos fuimos andando lo que quedaba de camino hacia el instituto. En la puerta nos encontramos con Ana, Adriana y Elisabeth aunque
para nosotros era Eli. Ellas tres junto con Noelia eran mis mejores amigas. Eramos de aquellas chicas que competían todo, iban a todas partes juntas y se contaban absolutamente
cada cosa.
- Hola chicas -dije.
- Buenos días -contestaron a la vez.
- Esta noche fiesta en casa de Adriana -soltó Ana.
- Lo siento chicas, cambio de planes no puedo ir, tengo...-carraspeé un poco- comida familiar.
- Bueno pues cambiamos la fiesta a mañana -dijo Eli.
- No en serio, pasarlo bien, lleváis mucho tiempo planeándolo.
- Pero sin ti no será lo mismo -se quejó Adriana.
Al final conseguí convencerlas para que siguieran con la fiesta aunque yo faltara. Nos fuimos a clase y en mitad del camino me encontré con Sergio, mi novio.
- Hola amor -me dijo.
- Hola -le sonreí.
Sergio no era un mal tipo llevábamos seis meses juntos, pero ultimamente lo notaba raro y no me hacia sentir, las mariposas en el estomago que sentía los primeros meses cada vez
que lo veía. Pero no encontraba nada malo en él y me trataba bien, así que no tenia motivos para dejarle. Nos fuimos a clase y las seis horas pasando volando. Ni nosotros ni lo
profesores estaban con ganas de dar clases el ultimo día antes del verano así que nos pasamos la mayor parte del tiempo hablando, firmando dedicatorias y escuchando música. Cuando por fin sonó el timbre todo era un griterío de gente saltando y felices de que por fin hubiera terminado el curso. Me despedí de las chicas y me fui como era habitual a casa con
Sergio que siempre me acompañaba. Estuvimos hablando todo el camino de lo que haríamos en verano y el me contó que a mediados de Julio se iría unas semanas a España a la casa de
sus abuelos que tenían una parcela y los ayudaría porque ya estaban muy mayores.
- Marta, no se como voy a estar cinco semanas sin ti, en serio.
- No te preocupes tenemos mucho verano para estar juntos.
- Si supongo...-dijo cabizbajo.
Cuando cruzamos la esquina de mi calle nos encontramos con Louis. Tenia las misma edad que nosotros quince años y iba a nuestra clase.
- Hey marta -me saludo.
- ¿Que pasa Louis? -dije secamente.
Louis pareció notarlo.
- Pero marta, ¿porque no te caigo bien? -preguntó.
- Porque siempre me estas haciendo bromas y... de mas.
En realidad no me caía bien ni el ni el grupo con el que se juntaba porque Louis en su tiempo fue novio de Isabella, la chica que mas odio en todo el instituto. Desde que entramos nos
ha tenido manía a mi y a las chicas y Louis cuando estuvo con ella se comporto como un completo idiota. Aunque en el fondo me estaba empezando a caer mejor desde que corto con Isabella, se notaba que había cambiado.
- Oh, ¿otra vez con eso Marta? Ya te he pedido perdón mil veces. Se que fui un gilipollas, ¿vale?
Intenté sonreír aunque era una sonrisa algo falsa. Pero la verdad es que Louis era bastante gracioso y al final acabe riendome por como habia pronunciado "gilipollas"
- Bueno, dime que querías.
- Pues que los chicos y yo haremos el próximo sábado un concierto en el bar de mi tío. Para que vinierais tu y las chicas y Sergio claro -dijo mirando hacia mi lado.
Louis junto con Niall, Liam y Zayn, que tambien iban a mi clase, habían creado una banda de música. No es que tuviera mucho éxito solo lo conocíamos los del barrio porque tampoco habían tenido muchas oportunidades, ni los medios suficientes para darse a conocer. La banda la crearon hace unos meses, al principio tocaban en el garaje de la casa de Zayn pero poco a poco han ido tocando en algunos bares y en el instituto. La verdad es que eran realmente buenos, ya los habia escuchado pero ellos no querian tener demasiada fama, simplemente disfrutaban cantando.
- Claro, se lo diré a las chicas.
- Perfecto, es a las nueve. Adios Sergio, Adios Marta -dijo dandome dos besos.
Y se fue contento calle abajo hasta que lo perdimos de vista. Sergio terminó de llevarme a casa y nos despedimos. Quedamos en vernos a la mañana siguiente, nos dimos un pico y se marchó.
Al entrar en casa fui directa a mi habitación, encendí el ordenador y después baje a comer. Cuando terminé como ya era costumbre me metí en twitter y después me fui a arreglar para la cena de esta noche. No quería exagerar y me puse un vestido sencillo pero que me quedaba muy bien. En los últimos años había dado un gran estirón y ya estaba bastante desarrollada para mi edad. Prepare el salón le di un poco de ambiente, y prepare la mesa para los tres. Sobre las ocho vino mi padre.
- Hola nena - me saludo.
- Hola papa -contesté.
Entro en el salón y se sorprendió.
- Marta, ¿has preparado tu todo esto? -dijo emocionado.
- Si papa, lo siento mucho por mi comportamiento esta mañana. Tienes todo el derecho del mundo a reacer tu vida, y te voy a apoyar en las decisiones que tomes.
- Gracias cielo, me sentía muy mal por todo esto así que decidí posponer la cita.
- Que dices papa, nada de eso. Llama ahora mismo a...
- Anne -me indicó.
- A Anne y dile que sigue en pie la cena. -le obligué.
El nombre de Anne me sonaba de algo, estaba segura pero decidí no darle demasiada importancia.
- Marta vendrán en una hora, pero deberás poner dos platos mas -dijo señalando la mesa.
Yo solo había puesto tres platos, uno para mi padre, otro para Anne y otro para mi. Hice lo que me pidió y nos sentamos a esperar. Mi padre se puso un traje que le sentaba de maravilla, no dejaba de moverse de un lado para otro de lo nervioso que estaba y cuando por fin llamaron al timbre salio disparado a abrir la puerta.
A primera vista pude ver a una mujer de estatura media, morena y que lucia un traje muy bonito. Me acerqué junto a mi padre y vi que detrás de ella venían los que debian de ser sus dos hijos. Cuando Anne se apartó y entraron les pude ver bien la cara. El corazón se me paró de repente y pegue un leve chillo al comprobar que eran...
